La limitada seriedad del ser. (desambiguación)
- Funderberker
- 27 feb 2020
- 2 Min. de lectura
La vida me hace sentir cansado, aun mas el tiempo, mi lenta vejez no es mas que el verdugo de mi condición humana, la vida parece agotadora, por un poco solamente, casi nada.
No puedo bajarme en la estación correcta del autobús, pareciera que nunca se detiene, ¿lo peor? No repite estaciones.
Este escrito está lleno de “no”, este texto se niega a sí mismo igual que nosotros.
Camino por calles, las avenidas jamás volverán a estar vacías, todos caminan en dirección contraria a la mía, quieren chocar contra mi, hombro a hombro, la sensación me abruma, llena mi cuerpo de ansiedad, me agota.
El mundo es pequeño por que todos caminamos por un pasillo angosto e interminable, la muerte no le pone fin a nada, por que las historias jamás se terminan, cada tragedia no es más que la llave de muchas otras más, una engañosa nebulosa cuántica que conquista nuestras vidas y nos arrastra despacio a no sé donde.
El mundo me ve, palidezco, hago muecas; la paralítica ansiedad tiene muchos rostros y hoy decidió ponerse el mío; no quiero ver a nadie.
Mi estómago tiene un vacío tembloroso que lleva saliva a mi garganta como una cascada. Mis dientes se presionan mutuamente, no son muy diferentes a la gente.
Una gota de sudor escurre mi frente de la misma forma en que un iceberg comienza a desmoronarse. Necesito una serveza que abra mis pulmones, algún tónico que me haga consciente de mi propia existencia.
Noto con claridad haber escrito el nombre de mi tónico de forma errónea, la sensación marítima de su espuma en mis labios es a veces lo único que me permite consolarme, mejor aun, dejarme dormir, ambas cosas más importantes que una letra "c". Llevo entonces un mar en la boca, un mar que sabe a años felices.
Uno conoce la decepción para poder conocerse a sí mismo. Somos tan solo gotas en un mar de pérdida que cae por las grandes cascadas del mundo y que viene de sus pequeños lagos. La tristeza es una gota que crece hasta convertirse en océano, a veces es lágrima, otras un vaso transpirante, muchas otras veces es primero ceniza.
Venimos de las lágrimas de aquellos que jamás serán mencionados como campeones de la historia. Fuimos flores marchitas.
¿Quién no quisiera ser mosca en esta pared? Somos microbios que creen ser racionales por haber escrito algo alguna vez. Nuestros corazones se enfrían a penas un poco más rápido que el sol que nos calienta, a eso le llamamos vida.
La vida es tan incómoda como este montón de palabras posiblemente mal usadas. No queremos depender de nadie así que preferimos depender de algo; los que no hacen ninguna de las dos cosas anteriores también mueren. El “algo” nos olvida con su vació natural y permanente.
Me siento tan cansado de la vida aunque la vida sea tan minúscula como los que escribimos de ella. Nos perdimos un dia con tal de buscar palabras.
Las palabras nos encontraron primero, supimos como usarlas, pero jamás pudimos ser felices.
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