Jefes que abusan de su autoridad.

Muchos nos encontramos envueltos entre trabajos que no siempre son los ideales y debemos adaptarnos si queremos seguir en ellos; una necesidad económica, la mayoría de las veces, si no es que todas, es la que nos impulsa a tolerar las circunstancias y, son los jefes quienes abusan de esta sabida necesidad, casi siempre.

Podrías pensar en este momento; -bueno, si no te gusta tu trabajo, pues salte, consigue otro- pero, entonces estaríamos en otro tema. Este artículo es una simple narración de hechos, es una pequeña recopilación de eventos y de experiencias que coinciden con el tema: jefes que abusan de su autoridad.

Me desenvuelvo en el medio del cine, televisión, teatro, etc., y, si de alguna forma has trabajado en alguna producción relacionada entenderás mejor que otras personas, que los jefes de cada área son un tema, la mayoría dicen tener toda la experiencia del mundo y lo han hecho todo, si algo no existe lo más seguro es que ellos lo inventen, siempre tienen la "única" respuesta, nadie es mejor que ellos y aseguran que todo mundo es pendejo hasta que demuestren lo contrario. (Me agrada todo lo que implica esta última declaración, y aplica muy bien en este mundo en el que vivimos).

En alguna de varias ocasiones, me encontraba esperando a la continuista de cierto programa (llevábamos ya 45min de retraso), la secuencia que esperábamos tenía varios actores golpeados y otros usando tatuajes, todos en continuidad, así que no se podía hacer las cosas de otra manera. La persona de continuidad lleva un registro fotográfico y debía mostrarme esas imágenes para que yo pudiera hacer mi trabajo. La damita en cuestión era en esos momentos la "nalguita del productor", así que llegó al llamado con todo este tiempo de retraso, riendo, feliz de la vida, con un café de Starbucks en la mano, bajándose del carro del productor (obviamente con el productor) y lo primero que hizo este último, después de enterarse que yo aún no tenia listos a los personajes, fue ir a gritarme enfrente de los actores y compañeras de trabajo en el reducido camper en el que nos encontrábamos.

¿Cómo era posible que yo tuviera parada la producción y no pudiera hacer unos simples golpes y pegar unas estampitas?

Claro que, la continuista a su lado, y el jefe de producción, no encontraban donde esconderse y no fueron capaces de defender, y no me refiero a mí sino, a la situación en la que estábamos. La realidad era que no se podía avanzar más del punto en el que nos encontrábamos porque hacían falta esas imágenes.

Ahora, voy a aclarar los puntos detrás de toda esta situación para establecer el contexto del jefe abusando de su autoridad. El llamado para el resto del “crew” era a las 6am, lo que probablemente implica para todos levantarse “aprox” a las 4am, llegar a la empresa en tiempo para poder checar y que tu día cuente, cargando tu maleta con todo el equipo que necesitas, soportar el trato que tienen los conductores de las camionetas, (manejan como si trajeran puercos), arribar a una locación donde el café obviamente no es de Starbucks y, esperar en la banqueta, calle, cochera, azotea, patio, jardín o donde te toque, ya que no hay camper, (eso sólo es para "el talento").

¿Cuántos actores tenía yo que caracterizar? Solamente 6 y otros 6 actores de respaldo (extras). Tal vez creas que no son muchos, pero el punto era tener que colocar sus tatuajes, debían llevar los brazos y cuellos completamente cubiertos, algunos el rostro también y, además, los golpes . La idea era que pertenecerían a bandas callejeras y ese era el diseño de los personajes que según la producción podían ser realizados en 20min. La cantidad de trabajo no era el problema, ni la capacidad para realizarla, sino el tiempo.

Se pidió apoyo, más personal de maquillaje o caracterización para poder sacar el llamado, pero fue negado, y a esto hay que sumar el hecho de las faltantes imágenes de continuidad, las cuales aclaraban, entre otras cosas, que tatuajes llevaban los protagonistas, en dónde y cómo debían ser los golpes.

La discusión que entablé con el productor subió de volumen, paso a gritos, y acabó en malas palabras, siendo una compañera de maquillaje quien controló la situación. Todo esto terminó en llamadas de atención administrativas hacia el productor y su falta de profesionalismo, y obviamente en que yo no formara parte de ese equipo de trabajo nunca más.

¡¡¡Existen un sin fin de historias dentro de este medio así que no te pierdas esta serie de anécdotas!!!