Simulación y valeverguismo
- El Sin Uña
- 15 oct 2018
- 4 Min. de lectura
“Como que ahorro”, “como que trabajo”, “como que no me doy cuenta”, “un día de estos te pago”, “lo hago mañana”, “para que lo hago si nadie se da cuenta”, son frases que han permeado en el inconsciente colectivo mexicano, porque así somos, nos esforzamos bien cabrón para que parezca que hacemos algo en vez de aplicar ese esfuerzo en verdaderamente hacerlo.
El ejemplo que he experimentado últimamente es el de las oficinas gubernamentales, esa gente que tiene algún puesto en el gobierno y tiene, como decía un maestro mío en la universidad, una “cuotita de poder” porque de esa persona depende que te den un acta de nacimiento, que el trámite de emplacar tu carro no sea un dolor de huevos, que a tu hijo le caiga su pensión alimenticia, que a un viejito le den sus 3000 pesos mensuales, hasta cosas como que puedas tomar una clase en una pinche casa de cultura, y en vez de que se pongan a trabajar de una manera eficiente y que no sea un suplicio ir a hacer un pinche trámite, aparece el primer actor de este artículo, la simulación, llegan muy bien bañaditos y muy cordiales a su ventanilla, con toda la actitud y disposición DE HACERSE PENDEJOS porque su intención no es trabajar, es ver como rechazar más personas y trámites porque te falto una copia o no llenaste un formulario y si quieres te vuelves a formar y si no vengase otro día con más calmita.
El valeverguismo viene en la forma de que ya capturaron mal tu nombre, te mandaron a la ventanilla que no era, suspenden el servicio de trámites porque “hoy juega México” o porque es cumpleaños de Laurita la de las copias y van a desayunar para festejarle su cumpleaños en el horario laboral, mientras hay filas interminables de gente sin saber por qué está esperando.
Ese tipo de situaciones ocurren en la baja burocracia, pero en la alta, la que les da órdenes a los obreros debajo del organigrama, los que deciden el destino del país en el Meridiem o el Camino Real, esos weyes no son tan diferentes a los obreros de abajo, solo que tienen diferentes jefes y su valeverguismo es el más nocivo y dañino. Me explico:
Recientemente se dio a conocer el caso Duarte, donde le fueron retirados los cargos “graves” como el de delincuencia organizada y se quedó con delitos “no graves” como peculado, la mayoría de nosotros no tenemos ni la más pendeja idea de lo que es el peculado, nos vale verga que es el peculado, nos interesa más saber cuándo hay puente, que qué verga es el peculado y tenemos razón. Nosotros no somos las autoridades del Estado que tiene que darle justicia a toda la población de un estado de la república por el desvío de recursos de miles de millones de pesos, y a quién si le toca hacerlo es a los abogados de la nación, esos burócratas de alto nivel chingonerrimos en camionetas suburban y que son los cacas grandes del país, que tomaron “el caso duarte”. Lo anterior me desató varias preguntas y que se relacionan con la primera parte de este artículo.
Así como Laurita la de las copias llega y hace como que trabaja porque tiene una montaña de solicitudes para actas de nacimiento, los cacas grandes de PGR hacen como que investigan los 61 mil millones de pesos (que ni me puedo imaginar cuanto es) que desvió Duarte durante su gestión y ahí van las preguntas.
¿Neta esta tan cabrón rastrear 61 mil millones de pesos?
¿Su investigación exhaustiva solo les da para una sentencia de 9 años de prisión?
¿Tanto pinche circo para eso?
La respuesta a mis propias preguntas es simulación y valeverguismo, simulación en una investigación que sepa la verga como la hicieron, pero pues no dieron con el dinero que se chingó, pero ya investigaron y agotaron las instancias legales correspondientes. Valeverguismo porque pues, ahora con el cambio de gobierno “ya, que ya salga ese wey”, “que hueva seguir investigando si ya la cagamos” y además “ya que sea bronca de los siguientes burocratitas”.
El pedo con esto es que si en los estratos que se supone son de “Alto nivel” les vale tantísima verga, pues evidentemente no hay ninguna motivación en el estrato de abajo para que la cultura de “medio hago las cosas” cambie. La única motivación real que existe es subir en la política para que se chinguen una buena lana, luego con esa lana se paguen un abogado chingón y salgan en unos 4 añitos porque el delito que cometieron es no grave. Sus pinches placas y actas de nacimiento ¿¡¿¡qué?!?!?.
La trampa que no podemos vencer es que los mismos que hacen las leyes son los mismos que las interpretan y que las aplican, así con todos los huevos del mundo pueden decir que el delito de desviar recursos de un estado de la republica “no es grave” y si no es grave pues los Duartes del mundo ya saben a qué le tiran cuando se chingan el dinero y ciertamente resulta en un lucrativo negocio, diría el ferras “Sin pedos, lo pago”
Ya para cerrar, me voy a sumar a ese valeverguismo, para cuando lean éste articulo voy a hacer mi entrada triunfal al buró de crédito y mi mal historial crediticio, si a todos les vale verga yo me puedo aventar 6 años con mal historial sin pedos, casi lo mismo que el duarte en la cárcel, chance hasta Duarte sale antes del botellón; solo que yo nomas le debo como 4 mil varos al banco. Lo que es ser pendejo ¿‘edá?
El sin uña.
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