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La fuente de la eterna juventud.

Sí el nombre del artículo fue lo que llamó tu atención, entonces eres exactamente la clase de pendejo por la que hago este artículo. Citando al “Sin Uña” (colaborador de la revista), “seguro son de esos weyes que en el restaurante le preguntan al mesero que les sugiere y piden eso, aunque ni se les antoje”. En caso de que no haya sido así, es probable que también seas un pendejo, pero un poco menos impresionable. En fin, ojalá no te ofendas y sigas adelante con la lectura.


Ahora sí, hablemos del tema real del texto: ¡tener honor y vivir con dignidad y no como un pinche mandril!


Ahora que se vienen las elecciones en México, mucha banda le anda haciendo al mame con eso de “pensar” para elegir bien, hablan de hacer un cambio, se las dan de muy incluyentes, tolerantes, modernos, emprendedores, analistas, etc., etc., etc., vaya, leen un artículo en el periódico y ya sienten que puta madre. Y no es que el andar por el mundo con la bandera de “caca grande” sea exclusivo de cuestiones políticas, podemos ver este tipo de debates acerca de cualquier tema, por ejemplo, entre los veganos y los carnívoros, entre los que ven fútbol y los que no, grupos musicales, tipo de ropa, tipo de lectura, y un sinfín de situaciones en las que el choque provocado por la expresión de las ideas en busca de la victoria y su consecuente muestra de la “superioridad” de alguna de las partes involucradas es inevitable.


Al encontrarnos con una gama de situaciones tan amplia y diversa, quizá la única forma de poder coexistir en armonía sea entender que todas las expresiones son válidas y llevar a la acción el tan anhelado y mencionado respeto hacia los demás.


Para poder alcanzar en la práctica la aplicación de este respeto antes mencionado, propongo los siguientes puntos muy fáciles de llevar a cabo y que, estoy seguro, en caso de que los apliques en tu vida (sin importar un carajo que los demás lo hagan o no), podrás, sin temor a equivocarte, decir que tienes honor y no eres un puto mandril:


No pasarse de verga con los demás. Recoge tu basura, baña a tu perro, coge con tu pareja y con nadie más (excepto sí es permitido en tu relación), lávate el hocico si vas a hablar de cerca con alguien, paga tu pasaje, cágate adentro de la taza (no porque existan personas que limpien los baños tienes que ensuciarlos de más). Sé responsable; cuando tus acciones impliquen a terceros, no hagas nada que los denigre o los ponga en riesgo. Ejemplo, si tienes alguna infección o enfermedad de transmisión sexual, deja de estar cogiendo, (no importa si pagas por hacerlo), es una “pasadez” de verga.


Deja de intentar sacar provecho del trabajo, dinero, esfuerzo o cualquier cosa de los demás y gánate las cosas con tu sudor, con tus ideas, con tus acciones, con tus huevos.


Si vives solo y te gusta la mugre y la inmundicia y eso provoca que estés lleno de piojos, pues es muy tu pedo, pero si vas a estar en contacto con otras personas ten los mínimos cuidados de higiene o al menos avísales de tu condición para que ellos sepan sí te abren o no.


La cantidad de ejemplos que podría mencionar no tiene límite así que lo dejaré aquí, será asunto de próximos artículos desarrollar un poco más a fondo algunos de estos ejemplos, así como exponer situaciones diversas de la vida. No trato de que pienses como yo ni espero que estés de acuerdo en las cosas que menciono, hablo desde mi perspectiva y punto.


Para finalizar, parafraseando al Dr. Muerte (colaborador de la revista) y su tesis de que “tenemos el sistema de salud que nos merecemos”, quizá sería correcto decir en este texto que “flotamos entre la mierda que nosotros mismos cagamos” por lo que te invito a reflexionar: ¿qué tipo de mierda sale de ti?


Gracias por leernos y recuerda… ser épico no es creer que eres el mejor, ser épico es saber que eres el mejor”.


Chiquito Piedra

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2 Comments


Carlos Armando
Carlos Armando
Jun 25, 2018

Buenazo!

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El Sin Uña
El Sin Uña
Jun 25, 2018

Jajajaja yo nomás aplaudo.

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